El “Paquete California”, una respuesta ante la ausencia de una reforma migratoria en Estados Unidos, podría ser ejemplo para otros estados, publicó a fines de junio pasado el diario Los Angeles Times.
“Mientras que el gobierno federal no avanza sobre la reforma migratoria, algunos estados han comenzado a actuar por su cuenta y, en este caso, California está fomentando la integración en lugar de la deportación”, destacó.
California ha pasado más de una docena de leyes sobre la integración de los inmigrantes entre 2001 y el presente, destacó el artículo firmado por los especialistas en política pública, Allan Colbern y Karthick Ramakrishnan.
Hace unos días, el estado amplió el acceso de atención médica para todos los niños indocumentados y aumentó el gasto para la asistencia de naturalización.
Estas diversas leyes en conjunto producen un tipo de ciudadanía a nivel estatal y es a lo que llaman “Paquete California”.
El paquete es innovador. No sólo otorga derechos a inmigrantes restringidos a nivel federal, sino tiende a desdibujar la distinción entre ciudadanos, autorizados e inmigrantes no autorizados y la valoración de todos los que viven en el estado y contribuyen a la sociedad.
Así, por ejemplo, la clasificación para la matrícula estatal no se basa en la condición de inmigrante, sino en el número de años que una persona haya pasado en el sistema escolar K-12 en California.
Del mismo modo, el estado aprobó una ley en 2014 que requiere que todas las juntas de licencias profesionales consideren a los solicitantes independientemente de su estatus migratorio. Y todos los residentes pueden obtener una licencia de conducir.
Esta creación de un sistema de facto de la ciudadanía del estado puede parecer radical, sobre todo después de un siglo o más de pensar sobre la ley de inmigración solo dominado por el gobierno federal.
El “Paquete California” se destaca a la luz del fracaso de la reforma integral de la inmigración y, más recientemente, el bloqueo de la orden ejecutiva del presidente Barack Obama sobre el alivio de la deportación y la autorización de trabajo para padres de ciudadanos estadunidenses.
El “Paquete California” es contrario a las políticas de su estado vecino -lo que se llama “Paquete Arizona”. “Si clasificamos los estados por sus políticas de inmigración, California y Arizona ocuparían los extremos opuestos del espectro”, mencionó el diario.
El estado de Arizona ha estado pasando las medidas restrictivas en materia de inmigración desde 2004, a pesar de que la Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó la mayoría de los aspectos de su aplicación de la ley en una decisión de 2012.
El estado todavía tiene algunas de las medidas más duras cuando se trata de la verificación de los empleados, el registro de votantes y las restricciones sobre el acceso a los beneficios.
En Arizona, un graduado de la escuela secundaria indocumentado no puede calificar para la matrícula estatal, la ayuda financiera o beneficios para la salud, incluso si ella es la beneficiaria el Programa Acción Diferida para los Llegados en la Niñez (DACA).
En contraste, un graduado de secundaria de indocumentados en California puede calificar para beneficios de educación y de salud y, finalmente, encontrar trabajo como certificado por el consejo contador, arquitecto o ingeniero, incluso sin ser beneficiario de DACA.
Los partidarios de las leyes a favor de la integración de California han justificado estas medidas como una forma de llegar a más inmigrantes que contribuyen a las economías locales. Los Ángeles (NOTIMEX)