Bolillo, el perro migrante que también busca el sueño americano

Bolillo está cansado, no sabe decirlo pero su cuerpo recostado sobre una de las calles de Córdoba, Veracruz (sur de México), lo expresa todo.

Es un pitbull american blue y viaja desde Honduras con Adalberto López, su amo; van hacia la frontera de México con EU, en busca del sueño americano.

El perro recibe ese nombre en honor al pan mexicano, es lo que más le dan de comer en su cruce por México, “le tuvimos que poner un nombre famoso en México”, dice Adalberto.

Sus patas están rosadas por el largo viaje, otros los recorren trepados en tráileres y evitan el cansancio y el peligro de transitar por las estrechas carreteras.

A Bolillo no le falta comida, los mexicanos le dan croquetas, carne y agua, avanzan hacia la Ciudad de México y ven más cerca el sueño estadounidense.

Adalberto dice que Bolillo es muy manso, es su compañero desde hace siete meses. Hubiera sido un error dejarlo en Honduras.

De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia expulsa a más centroamericanos de sus hogares, el número de personas que huyen de la violencia se disparó en 2017.

 

La ACNUR refiere que el número de solicitantes de asilo y refugiados aumentó 58 por ciento respecto al año anterior, más de 294 mil centroamericanos solicitantes de asilo y refugiados fueron registrados en 2017. El organismo refiere que la mayoría de los que piden protección provienen de Guatemala, Honduras y El Salvador, y registran sus solicitudes en Belice, México y Estados Unidos, y cada vez más en Costa Rica y Panamá. Córdova (NOTIMEX)

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