Aumenta presión sobre cámara baja por inmigración

WASHINGTON (AP) — Una coalición de organizaciones anunció el viernes una campaña de movilizaciones callejeras y publicidad para lograr que la cámara baja apruebe la reforma migratoria sancionada por el Senado, mientras que dos integrantes del grupo bipartidista que elabora desde 2009 un proyecto de ley integral en la cámara baja confían en que aún tienen tiempo suficiente para que reciba un apoyo mayoritario.

La representante demócrata por California Zoe Lofgren y el republicano por Florida Mario Díaz coincidieron en que su prioridad no ha sido completar el trabajo para una fecha específica, sino tomarse el tiempo que sea necesario para lograr un texto que pueda contar con el apoyo de la mayoría republicana, reacia a brindar la opción de la naturalización a inmigrantes no autorizados.

Después de que el Senado aprobara la víspera una reforma migratoria integral que concede la opción de la naturalización a 11 millones de inmigrantes sin papeles, la cámara baja solamente cuenta hasta el momento con cuatro proyectos de ley aprobados por la mayoría republicana en la comisión judicial y de corte puramente restrictivo a la inmigración ilegal, por lo que el futuro de la legislación es muy incierto.

El representante republicano por Arizona Matt Salmon dijo en entrevista con AP que cualquier proyecto de ley que conceda la opción de naturalización a los inmigrantes sin papeles será descartada, porque considera ese enfoque "evidentemente injusto" para quienes intentan emigrar "de manera legal".

La bancada republicana planea reunirse a puertas cerradas el 10 de Julio para definir una estrategia.

Janet Murguia, presidenta del Consejo Nacional de la RAZA (NCLR por sus siglas en inglés), calificó la reunión del 10 de julio como "muy importante" porque "será el día en que se reunirán, escucharán la opinión de todos y decidirán qué hacer. Cualquier cosa puede pasar en la cámara baja. Las reglas permiten realizar cualquier proceso relativamente rápido. Solo tenemos que mantener la presión".

Eliseo Medina, tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés), dijo en conferencia de prensa que su organismo, la central sindical AFL-CIO, NCLR y otros grupos lanzarán una campaña en todos los distritos electorales para intentar convencer a los legisladores escépticos votar a favor de la reforma migratoria.

"Vamos a trabajar en todos los distritos del país, con llamadas telefónicas, visitas en persona, correos electrónicos y anuncios de radio y televisión. Este será el tema más hablado en la historia de este país, y nos enfocaremos en apretarle el huarache a los republicanos", indicó.

Luis Torres, director de política migratoria de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC por sus siglas en inglés), dijo a AP vía telefónica que esperan alcanzar a fines de agosto la meta de 100.000 correos electrónicos, llamadas telefónicas o visitas personales a congresistas, y que llevan cerca de 40.000 desde que lanzaron en marzo la página web www.latinosunited.org

"Realizar esos contactos durante este mes crítico es fundamental para traducir las movilizaciones callejeras en algo concreto que las oficinas de los congresistas puedan contabilizar", explicó.

La Casa Blanca anunció el viernes que el presidente Barack Obama, quien ha reiterado su expectativa de que el Congreso culmine la aprobación de una reforma migratoria antes del receso veraniego previsto a partir del 2 de agosto, llamó al presidente de la cámara baja —el republicano por Ohio John Boehner— y a la jefa de la bancada minoritaria —la demócrata por California Nancy Pelosi— para exhortarlos a abordar el tema a la brevedad.

"El proyecto de ley fue revisado por los asesores legales. Los congresistas estamos revisándolo palabra por palabra, línea por línea, para asegurarnos de que refleja los acuerdos a los que hemos llegado", dijo Lofgren el viernes durante un foro organizado por Bloomberg Government y la Asociación Nacional de Restaurantes. "El trabajo estará listo cuando esté listo. Estamos al final del proceso".

Sin embargo, Logfren negó que sea demasiado tarde para el grupo bipartidista presentar su versión.

"Nunca nos fijamos una fecha límite, pero es claro que no vamos a tener un voto la semana próxima, que estamos en receso, ni la semana siguiente. Hay tiempo para que este producto sea parte del proceso", indicó en relación Lofgren refiriéndose al receso que el Congreso planea para la semana próxima con motivo de la celebración de la independencia estadounidense el 4 de julio.

Tanto Obama como los ocho senadores que redactaron el proyecto de ley original expresaron la víspera su expectativa de que la votación bipartidista 68-32 con que el Senado aprobó la reforma sirva de presión a la mayoría republicana en la cámara baja para considerar una reforma migratoria.

Pero Díaz Balart fue enfático en rechazar esa idea.

"Si alguien piensa que porque hay una versión del Senado integrantes de la cámara baja se sentirán presionados, simplemente no es cierto", indicó. "Pero espero que se sientan presionados porque tenemos un sistema migratorio disfuncional".

Boehner reiteró el jueves que "la cámara no someterá a voto cualquier cosa que apruebe el Senado".

"Para que cualquier legislación sea aprobada en la cámara, incluyendo la versión para conciliar con el Senado, tendrá que ser un proyecto de ley que cuente con el apoyo de la mayoría de nuestros miembros", dijo en conferencia de prensa. "La reforma migratoria tiene que basarse en una seguridad fronteriza real. Eso es lo que piensa el pueblo estadounidense, y es un principio en el que también cree nuestra mayoría".

En cambio, Lofgren indicó que si la cámara baja acude a conciliar con el Senado con los proyectos de ley aprobados hasta ahora por la comisión judicial o con la versión integral que negocia el grupo bipartidista "es una decisión que el liderazgo republicano necesita tomar. No la puedo tomar yo por ellos. Puedo expresar mi esperanza sobre lo que ellos van a decidir, pero la jefatura de la bancada mayoritaria decide cuáles proyectos de ley se discuten".

La versión aprobada por el Senado destina $46.000 millones de dólares a seguridad fronteriza e impide a los inmigrantes recién legalizados obtener la residencia permanente hasta que no se hayan implementado medidas como duplicar la cantidad de agentes de la Patrulla Fronteriza y construir 700 millas de cerca a lo largo de la frontera con México.

La iniciativa también obliga a los patronos a verificar el estatus legal de sus empleados, establece nuevas visas para trabajadores extranjeros y crea un sistema biométrico para registrar entradas y salidas de extranjeros en puertos marítimos y aéreos.

Marielena Hincapié, directora del Centro Nacional de Derecho Migratorio, alertó a la colectividad que la aprobación del Senado del proyecto de ley no significa que hayan cambiado las leyes vigentes en Estados Unidos.

"Ayer (jueves) en menos de dos horas recibimos llamadas de personas que ya querían aplicar y preguntando dónde pueden conseguir los formularios. No hay ninguna ley todavía. No se dejen engañar ni explotar", advirtió.

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