El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a los países contra el endurecimiento de sus políticas sobre refugiados tras los atentados en París, durante la clausura de la cumbre del G-20 en la ciudad mediterránea de Antalya.
En una comparecencia ante la prensa, con la que dio por cerrado el año de la presidencia turca del G-20, Erdogan pidió resolver a la vez el problema del terrorismo y la crisis de los refugiados, pero en ningún caso mezclarse.
"El establecimiento de un vínculo entre los actos terroristas y la crisis de refugiados está evadiendo la responsabilidad humanitaria", dijo Erdogan, quien llamó a "la solidaridad genuina" entre el grupo de países industrializados y emergentes.
El problema del terrorismo y de los refugiados no se puede resolver hasta que se alcance una solución en Siria que sea aceptable para todas las partes, por ello "en Siria se deben dar sin demora pasos humanitarios y de seguridad".
Recordó que actualmente Turquía alberga alrededor de 2.5 millones de refugiados, principalmente de Siria e Irak, por lo que el problema ya no puede ser abordado por un solo país.
Tras reiterar sus condolencias a Francia por los atentados del viernes pasado en París, que dejaron 129 muertos y 352 heridos, Erdogan indicó que el terrorismo "no tiene religión, nacionalidad o etnia", por lo que llamó a luchar contra todas las organizaciones sin diferenciarlas.
Aunque destacó que Turquía seguirá luchando contra el EI, Erdogan dijo que también extenderá la lucha contra Al Qaeda, Boko Haram y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que Ankara define como terrorista.
Precisamente en la declaración final de la cumbre del G-20, sus líderes acordaron luchar unidos contra el terrorismo en todas sus formas y condenaron en los más duros términos los atentados en París y Ankara, reivindicados por el Estado Islámico.
"Nos mantenemos unidos en la lucha antiterrorista. La proliferación de organizaciones terroristas y el aumento de actos de terrorismo a nivel internacional socavan la paz y seguridad mundial y ponen en peligro nuestros esfuerzos de fortalecer la economía global", señaló el texto.
Los jefes de Estado y de gobierno del G-20, que sesionaron este domingo y lunes en el sureño balneario mediterráneo turco de Antalya, expresaron su preoucpación sobre el creciente flujo de terroristas extranjeros.
"Queremos enfrentar esta amenaza fomentando nuestra cooperación y desarrollando medidas relevantes para prevenir este fenómeno, incluyendo intercambio de información, gestión de fronteras y trabajando juntos para fortalecer la seguridad global", según la declaración.
Los líderes del G-20 también adoptaron una normativa para favorecer la transparencia fiscal y dificultar la ingeniería impositiva de grandes compañías, además de una regulación bancaria diseñada para evitar futuros rescates de la banca.
El G-20 reiteró su compromiso de impulsar el crecimiento económico mundial, que este mes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) redujo para este año del 3.3 al 2.9 por ciento.
Los miembros del G-20 son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Turquia (NOTIMEX)