El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, insistió en que la región panameña de Darién “es la otra frontera” de EEUU y así debe entenderlo el presidente electo de ese país, Donald Trump, quien ha anunciado un endurecimiento de la política migratoria estadounidense.
“Repito lo que he dicho: Trump tiene que saber que su otra frontera, de EE.UU., está en Darién, y que tenemos que empezar a resolver eso de manera bilateral o en conjunto con un grupo de países que son los que aportan personas para el flujo migratorio por la jungla, que es la frontera natural de Panamá y Colombia”, afirmó Mulino.
“EEUU, agregó el gobernante panameño, tiene que tener mayor conciencia de que ese (el flujo de migrantes irregulares por el Darién) es un problema de ellos, esa gente quiere ir a EEUU por las razones que cada quien tenga”.
En 2023, más de 520 mil migrantes irregulares llegaron a Panamá tras cruzar la jungla. Este año ha bajado el flujo y hasta el pasado 31 de octubre más 281 mil viajeros habían hecho el recorrido, según datos del Servicio Nacional de Migración panameño.
“Panamá hace lo que puede hacer”, invierte una “barbaridad de millones todos los años” en seguridad, atención médica y de alimentación a los migrantes, pero “mientras subsista la crisis en Venezuela esto va a continuar”, sostuvo Mulino. Panamá (EFE)