Antón Leis: “No recorren miles de kilómetros por capricho y para delinquir”

Ads slider global

El director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Antón Leis, visitó el poblado al que llegan a diario cientos de migrantes tras atravesar la selva del Darién, y recordó que no se “recorren miles de kilómetros por capricho y para cometer delitos”.

Leis llegó a Bajo Chiquito tras ascender en canoa el río Tuquesa, donde se  cruzó con embarcaciones repletas de migrantes, ansiosos por llegar hasta la frontera con EEUU.

“Queremos que la migración sea una opción, no una obligación, es bueno trabajar las causas profundas. La gente no recorre miles de kilómetros por capricho, para cometer delitos, hay causas como: guerras, conflictos, miseria, desigualdades”, explicó.

Leis expuso el primero de los objetivos de la cooperación española en relación a la migración, como establece una ley aprobada en 2023, al que se suma impulsar vías seguras, ordenadas y regulares de movilidad. “Las migraciones están para quedarse, quienes proponen soluciones fáciles, resolver esto de un plumazo, venden humo”, dijo.

En Centroamérica, la cooperación española relacionada con la crisis migratoria suma 7,2 millones de euros (unos 7,8 millones de dólares), anotó, con programas como escuelas taller, apoyo en Honduras a mujeres retornadas, en Darién se han invertido unos 3 millones de euros (3,2 millones de dólares).

Desde el pasado septiembre, la cooperación española instaló además en Bajo Chiquito una clínica.

Voluntarios del sistema sanitario español, atienden desde entonces, además de población local, a unas mil 800 personas llegadas a Bajo Chiquito. 

Entre el personal médico se encuentra Claudia Ruiz, quien reconoce emocionada que además de atender infecciones, lesiones cutáneas o ‘pies destrozados’, hay mucha patología de salud mental.

“Vienen traumados, han sufrido en la selva y necesitan que les escuches, atiendas, le demos apoyo emocional. Han sufrido trato vejatorio, están en la selva días sin comida, sin agua, con miedo, sufren atracos, agresiones sexuales y cuando llegan aquí literalmente se rompen”, explica. Bajo Chiquito (EFE)

Top