Un concierto para el recuerdo... sobresaliente Emely Lotfe y sus invitados

Por Roberto PELÁEZ

Brillante y muy sentido, no cabe otro calificativo para el concierto ofrecido el sábado 5 en la librería Whitney (5175 E. Tropicana Ave.), a cargo de la cantante Emely Lotfe, junto a los artistas invitados Flavio Martínez -flautista, director musical- y Alma Gitz (guitarrista y diseñadora), mientras Bubba Dodigovich se lució en calidad de conductor del evento.

Tras una breve explicación de lo acontecido ese día, pero de 1862, la histórica Batalla de Puebla, el arte se apoderó de todo y el público aplaudió las interpretaciones de ‘Adiós mamá Carlota’, ‘Dos arbolitos’, ‘La Adelita’ y ‘El Pastor’, a cargo de Lotfe y el maestro Martínez, siempre virtuoso con las flautas.

La concertista tuvo la delicadeza a la hora de escoger los números a interpretar, de seleccionar dos (sones jarochos) con la marcada intención de que Martínez se luciera, y éste no decepcionó, se mostró muy arriba (y no podía ser de otra forma) dada su calidad interpretativa y experiencia, de ahí que el público se pusiera de pie para corear y aplaudir.

Hubo un momento de mucha expectativa y la sorpresa fue recibida con aplausos: la cantante apareció enfundada en un vestido de ‘china poblana’ que fue de su abuela y tiene más de 60 años, lo hizo mientras regalaba ‘La Llorona’ y a todos se les enchinaba la piel.

“Cucurrucucú” “Que Chula es Puebla” y “Cielito Lindo”, fueron las canciones escogidas para el cierre, y la ovación del respetable demostró lo acertado de la selección; luego llegó el momento que esperaban los más pequeños: la rifa, en esta oportunidad los pequeños debían responder preguntas relacionadas con ornamentos mexicanos utilizados en la escenografía del salón. 

No faltó quienes recordaran que es la segunda vez que Emely Lotfe se presenta en la librería Whitney para mostrar la riqueza de la música mexicana, pues el 15 de septiembre del año pasado ofreció un concierto a base de piano y acordeón, donde deleitó a los asistentes con  boleros, tangos, además de canciones típicas de México, Cuba, Colombia y Puerto Rico.

 

Lo del sábado 5 fue incuestionablemente un buen concierto, coherente, de buen gusto, y tanto Emely Lotfe como sus artistas invitados estuvieron a gran altura, ratificaron su profesionalismo y el público no escatimó a la hora de premiarlos con aplausos... quedó en todos el deseo de más. Por si fuera poco Dodigovich, con sus bromas, explicaciones y detalles interesantes vinculados a los números musicales, pues hizo de la velada algo para el recuerdo que ojalá se repita más temprano que tarde.

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