Puro... con la música en la sangre

Por Roberto PELÁEZ

Cuánto tiene la música de magia. El hombre que tengo delante tal vez sepa la respuesta, pues cuando sube al escenario él y su bajo literalmente se ‘roban’ las miradas de todos.

“Esto de la pandemia, dice Puro Hernández, nos ha cambiado la vida a todos, claro que deseamos tocar, la quiere quiere bailar, pasarla bien, disfrutar de la música, de sus agrupaciones preferidas, sin embargo la salud es lo primero, esto va a pasar, y lo mejor es que nos podamos ver de nuevo... ojalá entonces podamos valorar las cosas de otra manera”.

Bajista de sólida formación musical, con un carisma tremendo, el cubano Puro Hernández, o sencillamente Puro, contagia a todos con su sonrisa.

“Desde hace varios años, apunta, estoy en al agrupación ‘Space to Pace’, tenemos un público que nos sigue, y debo reconocer que en ocasiones me invitan a tocar en otras agrupaciones, lo hago con mucho gusto... a estas alturas puedo afirmar que la música es mi vida.

“Estamos preparados para tocar, apunta, antes debemos cumplir medidas de protección, y por supuesto los lugares donde nos vamos a presentar también tienen indicaciones a seguir, cuando todo esté dispuesto, pues queremos darle unos minutos de esparcimiento a la gente, más aun después de meses de estrés por el Coronavirus”, sostiene.

Graduado de la Escuela Nacional de Arte (ENA) en Ciudad de La Habana, mientras acaricia las cuerdas de su bajo menciona los nombres de varios músicos que compartieron estudios con él y que pasean su virtuosismo por varias ciudades del mundo.

“Soy un hombre con suerte, dice, tengo una excelente familia, buenos amigos, estudié lo que me gusta, soy músico, me gusta que la gente disfrute lo que hago, se imagina, y encima me pagan”, comenta y suelta una de esas carcajadas suyas que pretenden ‘apoderarse’ de todo.

“Éste es también un gran amigo, dice mirando al bajo, me acompaña ya desde hace muchos años, apunta, y vuelve a sonreír... aquí donde lo ves, comenta, tiene sus diferencias con su hermana mayor (la guitarra), es más, acota, pudiéramos decir que es un instrumento relativamente ‘nuevo’ comparado con otros, apenas tiene unos 70 años”, explica.

“En ocasiones, abunda, se puede prescindir de la guitarra, pero del bajo, es más difícil, tiene mucha incidencia en los sonidos graves, igual que la batería, es algo así como la base sonora, y ya es mucho más cómodo de cargar”, argumenta.

 

Platica entonces de los lugares donde se presentan en Las Vegas, “Con ‘Space to Pace’, subraya, nos presentamos en ‘Casa Cigar’ por casi ocho años, es como decir nuestra segunda casa, hasta allí van (o iban) a vernos muchos seguidores de la agrupación, a escuchar, a bailar, a pasarla bien... pero somos optimistas, reitero, sé que esto va a pasar”.

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