Octavio Paz, un apasionado de la poesía de controversial ideología

Con una sólida carrera en el mundo literario, Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, se involucró en controversias por su ideología política, y en confrontaciones con otros escritores.

Ensayista y traductor, nació el 31 de marzo de 1914 en la Ciudad de México y murió el 19 de abril de 1998, publicó sus primeros poemas en la revista “Barandal” cuando tenía 17 años y alcanzó fama internacional con su ensayo “El laberinto de la soledad” (1950).

A los 17 años publicó sus primeros poemas en “Barandal”, pero fue hasta 1941 cuando daría a conocer “Entre la piedra y la flor”, su primera obra. Sin embargo, alcanzó la fama internacional con el ensayo “El laberinto de la soledad” (1950).

Galardonado con los más grandes premios literarios de su tiempo como el Nobel de Literatura (1990), el Miguel de Cervantes (1982) y el Príncipe de Asturias (1993) fue criticado por apartarse de la izquierda y las diferencias con sus colegas.

Se convirtió en uno de los autores más importantes del siglo XX y una de las voces críticas que abarcaron desde el nacionalismo en los años 30 hasta la guerrilla zapatista en los 90. Fue embajador en París, Francia; Tokio, Japón, y Nueva Delhi, India, este último lugar lo inspiró para escribir los libros “Ladera este”, “El mogramático” y “Vislumbres de la India”. 

Criticó la falta de libertades políticas y culturales de la Unión Soviética y Cuba. En la década de los 30 peleó con Pablo Neruda por su ideología política. Neruda se declaró stalinista mientras Paz contra la burocracia de la Unión Soviética. 

En 1962 Paz fue designado embajador en la India y renunció después de los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas en Tlaltelolco, el 2 de octubre de 1968.

Una de las controversias se dio cuando denunció el régimen de derecha, por un lado, pero después se convirtió en asesor del presidente Carlos Salinas de Gortari y negó las acusaciones de fraude durante las elecciones de 1988.

Luego indicó que los escritores debían permanecer alejados de los asuntos políticos. “En una época de mi vida trabajé para el estado mexicano. Fue una contribución dudosa, los escritores debemos permanecer lejos de los partidos políticos”.

En 1982, como un homenaje al argentino Jorge Luis Borges en el programa “La poesía en nuestro tiempo”, se reunió con el poeta Salvador Elizondo para una conversación a tres voces en el Palacio de Minería; en esa ocasión interrumpió en varias ocasiones a sus invitados cuando exponían una idea contraria a la suya. México (NOTIMEX)

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