Por Roberto PELÁEZ
Cuando tenga en sus manos esta edición, faltarán sólo horas para la esperada presentación del maestro Flavio Martínez, oriundo de Nogales, en el estado mexicano de Sonora, quien deleitará a los amantes de música tradicional antológica este sábado 8 en el teatro de ‘Luces de Bohemia’, en lo que seguro va a devenir en un concierto para la familia.
Músico con más de 40 años de experiencia, Martínez se presentará con el espectáculo ‘Cantemos nuevamente’, y se da por descontado que interpretará -toca diferentes instrumentos-, números que resisten el paso de los años como ‘Alfonsina y el mar’, ‘Pájaro campana’, ‘El diablo suelto’, y posiblemente se ‘atreva’, una vez más, con ‘La Guantanamera’.
“Con Flavio Martínez, reitera Xinia Estrada, de Luces de Bohemia, tenemos asegurada la diversidad musical, ofrece canciones de varios países, ya sabemos que toca múltiples instrumentos, todos de manera magistral, y por supuesto, viene a verlo mucha gente amante de la buena música, de esa que no muere”, significa.
‘Luces de Bohemia’, ubicado en el 1800 de Industrial Rd, se ha convertido en uno de los tantos locales en que Flavio diserta, deja sentado su innegable talento, platica con el público, lo complace, para al final -dice él- aplaudir a quienes asisten a disfrutar de su arte.
El artista adelanta que interpretará canciones “que distinguen a países como México, Bolivia, Chile, Cuba, Paraguay, Venezuela y muchos otros, apunta, es muy difícil quedar indiferente, en este caso para el público, porque son números que la gente escucha desde hace muchos años, que pertenecen por derecho propio a esos países, pero la gente, y claro, también los artistas, la hemos hecho nuestras, son de todos”, abunda.
“Ver a Flavio tocar las flautas, expresa Xinia, siempre es un placer, un momento para el recuerdo, son flautas de diferentes tamaños, muchas veces confeccionadas por él mismo, además de otros instrumentos imprescindibles cuando se habla de música tradicional, como el cuatro de Venezuela, la jarana jarocha, las flautas andinas, el rondador... es un verdadero espectáculo, y queremos que el público lo disfrute a plenitud”, advierte.
El conocido flautista, asentado hace muchos años en Las Vegas, enfatiza que “para llegar a un nivel considerable como músico, dominar el instrumento, no se puede dejar de ensayar, aprender cada día, tocar de cuatro a seis horas diarias, escuchar mucha música, acota, conlleva un sacrificio, pero cuando a uno le gusta algo, le dedica todo el tiempo y no mira el reloj, y lo hace de la mejor manera, porque por otro lado se debe al público, a sus seguidores, y el respetable, valga la redundancia, merece respeto”, concluye.