El pianista cubano Chucho Valdés hizo de su concierto una velada íntima en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, para contagiar con su estilo de jazz afrocubano a un público que lo recibió de pie y ovacionarlo como uno de los mejores músicos a nivel internacional.
El sentimiento y virtuosismo del también compositor y arreglista, Valdés, nacido en Quivicán, Cuba, 1941, se plasmó una vez más, luego de nueve años de su última presentación en México, por lo que agradeció estar con el público mexicano, y dar a conocer su nuevo proyecto discográfico “Jazz Bata 2”.
Acompañado por los músicos Dreiser Durruthy, batá, voz y bailarín; Yaroldy Abreu, percusionista y Ramón Vázquez, contrabajo, hicieron de su concierto una presentación más íntima, que acercó más al público; el maestro Valdes se sentó para tocar el piano con gran virtuosismo y elegancia única, respondiendo los asistentes con fuertes aplausos. El virtuosismo del galardonado con seis premios Grammy y tres Latin Grammy, con ese talento y experiencia, hacía una delicia escucharlo y verlo tocar.
El jazz, la guajira y el son, fueron algunos de los ritmos que se escucharon y que pusieron a algunos a mover parte de su cuerpo, pues es una música que tienen los cubanos en el alma, que fue contagiando a los asistentes, que hasta con los aplausos se convirtió en una parte musical de un tema. Otro de los momentos de mayor clímax fue la aparición en el escenario del guitarrista Alain Pérez, quien cautivó con su instrumento, sobre todo cuando tocó en solo, y después unirse los demás músicos para terminar su participación.
El pianista Chucho Valdés y los músicos se despidieron de un público entregado, que hasta cantó al unísono con ellos, convirtiendo la Sala Principal en una fiesta, por lo que los músicos regresaron una vez al escenario para tocar otra pieza, junto con el guitarrista Pérez, agradeciendo al público mexicano su presencia. Mexico (NOTIMEX)