Son ya poco más de 35 años de carrera en el mundo de la música los que tiene Ricky Martin. Ha incursionado en teatro, cine, en la producción, en la escritura y eso le ha redituado el reconocimiento a nivel global, tanto como uno de los exponentes más importantes del pop latino, como por su labor como activista en contra de temas como la trata de niños y la visibilidad de derechos humanos, todo esto a través de la fundación que lleva su nombre.
Enrique Martín se ha fijado metas con base en sus éxitos, cantó en Australia y Japón;interpretó el tema de una Copa Mundial de futbol, participó en puestas musicales como “Los miserables” y “Evita”, en Broadway, y el doblaje de Hércules en la cinta animada del mismo nombre.
Cada logro ha hecho que Ricky se fije uno nuevo, pero ni haber cantado en italiano, incursionar en la tv estadounidense, dedicar gran parte de su tiempo a la filantropía lo comprometen tanto como su labor de padre.
Ser papá de (Matteo y Valentino, de 11 años; Lucía, de uno y Renn, de cinco meses ), lo ha hecho ser más sensible respecto al entorno que rodea a su familia.
“Leí ‘no puedo criar a mis hijos como mis padres me criaron a mí, el mundo en el que crecí no existe’, hoy mis hijos vienen a mí con preguntas que cuando yo tenía 11 años no preguntaba a mis papás; no estábamos tan expuestos como lo están ellos”.
El escritor de “Yo” y “Santiago, el soñador de las estrellas”, reconoce que sus hijos heredaron de él las ganas de hablar acerca de sus inquietudes, “como padre es una responsabilidad bien grande, además tengo unos hijos con una gran necesidad de hablar y de compartir cosas y ya me están pidiendo hasta abrir un canal de YouTubes”.
Dice que no le preocupa que sus hijos le quiten el trabajo en las redes, “yo no tengo ningún problema, voy a estar ahí para dejarles saber qué me funcionó a mí y qué no me funcionó, y voy a estar ahí si desean entrar al mundo de la música, si así lo quieren, los apoyaré”. México (NTX)