Por Roberto PELÁEZ
Seis años no es mucho tiempo, pueden esgrimir algunos... el tiempo pasa rápido, argumentan otros, sin embargo Puro Vicente Hernández opina bien distinto, para él seis años presentándose con la agrupación ‘Space to Pace’ en Casa Cigar, son una muestra inequívoca de estabilidad... “cada miércoles estamos allí haciendo las delicias del público con nuestra música cubana; mucha gente nos conoce y va para allá a bailar, a enamorarse y pasarla bien”, subraya.
Casa Cigar Bar At Tivoli Village (430 al sur de la Rampart), abre las puertas a estos virtuosos, Puro con su bajo, Rosendo al piano, además de un percusionista como Yanel Yanes, y en ocasiones Ángel Serrano, resultan los mejores aliados para los amantes del baile y la buena música, de ahí los aplausos tras cada interpretación; “nos hemos presentado, apunta el bajista, en muchos lugares de la ciudad de Las Vegas, y por supuesto en muchas oportunidades nos unimos a otros músicos, pero con Rosendo y Yanel llevamos un buen tiempo juntos, nos esmeramos en hacerlo mejor y ofrecer a los bailadores un producto -la música- a la altura de sus exigencias.
“Más que todo, abunda Puro Hernández, nos motiva hacer buena música, que la gente la pase bien, y se retire de nuestras presentaciones con deseos de volver, le hable a sus familiares y amigos de ‘Space to Pace’, traiga a sus invitados a vernos, a disfrutar de la contagiosa música cubana, pero no nos limitamos, también hacemos salsa, merengue, cumbia, bachata, de lo que se trata es de poner buena la fiesta, que la gente mueva los pies y la pase súper, donde quiera que nos presentemos”.
Contratado para tocar en Miami del 29 al 31 de este mes, el entrevistado precisa que va a ser este uno de los pocos fines de año que no estará con su gente de Las Vegas, “pero enseguida vuelvo, advierte, no puedo estar si me falta el bajo, la música, mi gente de esta ciudad que un día me abrió las puertas, entonces debo corresponderle a todos haciendo lo que mejor hacemos, música para disfrutar y bailar, para divertirnos”, sostiene con una sonrisa que casi le llega de oreja a oreja.
Quienes lo ven tocar el bajo y lo conocen bien no se esconden para señalar... ése es el Puro de Palmira, allá en Cienfuegos, Cuba, la tierra de Benny Moré. “En cada lugar de Las Vegas donde nos hemos presentado, afirma, lo hemos hecho lo mejor posible, hemos disfrutado de la compañía y el arte de excelentes músicos, como ‘Chiqui’ García y muchos otros, aprendemos y la pasamos bien.
“No olvide lo que le digo, es difícil, un reto, permanecer seis años en el mismo lugar, cada miércoles, muchas personas vienen a celebrar un cumpleaños, un aniversario de bodas, conocen que este es un lugar acogedor, saben la música que hacemos, y vienen a pasarla en grande... y nosotros, le ponemos el extra de los campeones, mucho sentimiento a lo que hacemos”, asevera.
Nos despedimos y se escucha la voz de Puro:
‘El cuarto de Tula/cogió candela/se quedó dormida/ y no apagó la vela...