Por Roberto PELÁEZ
La inclusión de Guillermo Rigondeaux en la cartelera boxística de este sábado 21 en el hotel y casino Mandalay Bay, sin dudas le da realce a la velada; por el reconocido peleador cubano habla su palmarés: sobresalen dos títulos olímpicos (Sydney 2000 y Atenas 2004), además de una corona panamericana (Santo Domingo 2003), fue siete veces monarca nacional en su país; de sus 247 combates de rango amateur ganó 243.
Si todo lo anterior no dice nada, cosa que no se cree ni el que asó la manteca, entonces echemos un vistazo a su hoja de servicios profesional: 15 triunfos en igual número de salidas al cuadrilátero, con 10 triunfos antes del límite, incluida la lección y paliza al afamado filipino Nonito Donaire, quien hasta la fecha en que se midió al santiaguero aparecía en el listado de los mejores libra por libra.
Ah, que hace poco a una organización boxística se le ocurrió despojarlo de sus fajas, ya eso es historia antigua, agua pasada, y cuando parecía que el mundo se le venía encima, algunas personas vinculadas a este deporte repararon en lo más importante: el hombre, sus resultados, su historia, y por supuesto, su innegable calidad, para incluirlo en la cartelera de Cotto-Canelo, a ello se une la firma con “Roc Nation”, la compañía de Jay-Z por los próximos dos años.
El pleito en cuestión será ante el experimentado Drian Francisco (28-1-3, con 22 nocaos), a 10 asaltos, en la división súper gallo; se trata de un rival que viene de perder por Ko en su anterior presentación.
Volviendo a la hoja de servicios de Rigondeaux, ya pasó por las “horcas caudinas’ a Juan Noriega, Robert Guillén, Giovanni Andrade, Lante Addy, Adolfo Landero, José Beranza, Ricardo Córdova, Willie Casey, Ricos ramos, Teon Kennedy, Robert Marroquín, Nonito Donaire, Joseph Agbeko, Sod Kokietgym, y la última víctima fue el japonés Hisashi Amagawa.
¿Tiene Francisco muchas posibilidades de engrosar la lista anterior? Considero que sí. Cierto que en el deporte no hay enemigo pequeño, y que Rigo no pelea desde hace 11 meses, sin embargo la técnica, defensa, la pegada y un gancho de izquierda tremendo del bicampeón olímpico lo hacen casi invencible... Francisco, por su parte, se va a medir al contrario más difícil en su extensa carrera, algo así como una pesadilla de la que no quisieron saber nada “campeones’ como Leo Santa Cruz y compañía. Es cuestión de valor, del cacareado concepto de que para ser considerado campeón hay que ganarle a los mejores, esos que algunos no quieren ver ni en sueño.
