Por Roberto PELÁEZ
El softbol es una ‘enfermedad’, secuela del beisbol... El Autor
Con casi seis pies de estatura, una lesión en la rodilla que se empeña en enviarlo a la banca, y un deseos inmenso de salir a jugar todos los días, el softbolista dominicano William Taveras difícilmente quiera ‘ver los toros desde las barreras’.
“Quizás sea su temperamento, su amor por el beisbol y el softbol, pero no veo a un jugador como él en la banca, él tiene que jugar, destaca César Pérez, además, lo hace todo bien”.
Pérez, seguidor de los softbolistas dominicanos del valle de Las Vegas no es partidario de eso que llaman ‘renovación’, es más, cree que: “el que batea, el que rinde, no tiene que dar paso a los más jóvenes, los coachs tienen que alternarlos para que el más joven adquiera habilidades, aprenda al lado del jugador que ya está hecho”, resalta.
“Desde niño, allá en República Dominicana, sueño con decidir un partido importante, todavía me imagino que vengo a ‘la hora buena’ y doy el batazo decisivo, comenta para los lectores de El Mundo Taveras, un beisbolista que hace algunos años es fichado por el equipo Reales de Kansas City, sin embargo las lesiones le estropearon su aspiración de jugar en Grandes Ligas.
Integro equipos en Dominicana, en Puerto Rico, juego en el short stop, en segunda y tercera base... sin dudas no poder codearme con los mejores beisbolistas del mundo resulta un golpe bajo y pasa tiempo para recuperarme, es que se derrumban mis ilusiones, asevera; entonces vengo a Las Vegas.
Con 5 pies y 11 pulgadas, Taveras explica que “hace tiempo los scouts preferían a los beisbolistas rápidos, de buen alcance a la defensa, inteligentes, con visión del juego, reflejos, sin embargo hoy el short stop también debe ser un buen bateador, contar con un potente brazo... tiene mayor incidencia ofensiva dentro de la alineación”.
Después de hacer época en el seleccionado Caribeños, bajo las indicaciones de Lázaro Almuiña, batear y fildear a sus anchas, ganarse el respeto y la admiración de todos, al jugador se le ve con frecuencia en el softbol, con los dominicanos del valle, de la mano del experimentado Franklin ‘Gallito’ Méndez.
“Él es de esas figuras que uno las quiere tener siempre en su equipo, sabe lo que tiene que hacer en cada momento, es un líder al que siguen sus compañeros... capta enseguida los puntos débiles del contrario, en pocas palabras, es un jugador tremendo”, significa Méndez sin temor a equivocarse.
“Es inteligente, bateador de tacto y fuerza, algo que se ve poco, pero lo mejor son sus manos, advierte Pérez, fildea con seguridad, elegancia, se mueve a la mano del guante y a la derecha... puede cometer un error como cualquiera, esto es un juego, sin embargo es muy preciso”, añade el aficionado.
“Me gusta trasmitir mis conocimientos a los más jóvenes, les platico de disciplina y de jugar siempre para el equipo”, concluye el destacado jugador de beisbol y softbol.