Por Roberto PELÁEZ
Cuando Víctor pidió ayuda a su padre para ‘formar un equipo de futbol’, justo es reconocerlo, el otrora boxeador de Tijuana Alberto Hernández sabía muy poco del apasionante deporte que reúne a 22 jugadores en torno a un balón.
“Me la puso difícil, recuerda quien luego sería conocido por el sobrenombre de Takis, pero no me acobardé, me di a la tarea de aprender, tenía conocimientos sobre la preparación de un deportista, la importancia de correr para fortalecer las piernas... sin embargo en estrategia futbolística estaba un poquito más allá de China”, asevera sonriente el entrevistado.
“Aparte de lo que tiene que ver con el futbol, advierte, me propuse varias prioridades: calificaciones en la escuela, contribuir a formar buenas personas, respetar a los rivales, a los árbitros, a los técnicos y a los aficionados... esos aspectos para mi son primordiales, indica, entonces ‘nació’ Real Stars.
“Me adentro en el futbol, en las reglas, las estrategias, las condiciones de los jugadores para buscarle una posición en la cancha, me propuse enseñarle a los futbolistas a evitar lesiones, a calentar, a estirarse bien antes de entrar a jugar.
“Aquí, por las inclemencias del tiempo, el frío, a veces lluvia, y varios meses de intenso calor, pues hay que ser muy exigente con eso de evitar lesiones, y saber hidratarse... los entrenadores deben ser cuidadosos”, ejemplifica.
“Me sirvió mucho lo que había aprendido en el boxeo, abunda, controlar la respiración, administrar las fuerzas, tener una visión abarcadora... pero fíjese que uno es un deporte individual y el otro es una disciplina colectiva, un delantero depende de sus compañeros, de que le hagan llegar el balón, y en el boxeo no es así, eres tú en una esquina o en el centro del ring, tratando de que no te golpeen, y la mejor manera es golpear tú primero.
“Entonces comenzamos con un equipo, llegaron los buenos resultados, más que todo por la entrega de los jugadores, la disciplina, y el talento de algunos... después creció la cantidad de equipos, nos dimos a conocer en el valle, llegaron hembras (Arelis Valenzuela, de Arango, Marisela López, Raquel Ruvalcaba, y Sicely Rodríguez), niños más chicos que no sabían ni patear el balón, los pequeñines estaban como yo al principio, pero si yo pude...
“Guardo bonitos recuerdos de mis jugadores, de la ayuda de Elías Arango, de padres que me apoyan, de equipos rivales que nos exigen mucho en la cancha y a los que respetamos.
“Tras participar en diferentes torneos, de ganar trofeos en varias divisiones, asegura, consideré que ya no tenía nada que probar, además, comencé a escuchar el llamado del boxeo, de ese boxeador que llevo por dentro, lo pensé un poco y de pronto me vi en un gimnasio, enseñando el abc del boxeo a niños y niñas, conocí a peleadores con deseos de llegar al estrellato, de ser profesionales y ayudar a sus familias... ya
“Vuelvo al gimnasio, precisa, a enseñar lo que sé de boxeo, no se ocurre que un día también el futbol me iba a llamar, que ese ‘bichito’ del futbol se me había metido dentro... periodista, no quiero hacerle la historia muy larga, ya estoy de nuevo en las canchas con los niños, y sigo vinculado al deporte, como mis amigos Everardo, Efraín, Álvaro... tengo una familia grande, gracias precisamente al deporte”, concluye.
