Por Roberto PELÁEZ
Han transcurrido ya tres lustros, 15 años, desde que en el 2006 un inquieto joven cubano fundara en la ‘capital mundial del entretenimiento’ el Ryoku Judo Club.
Hoy la credencial de esa instalación se traduce en más de un centenar de medallas en competencias nacionales, la visita y clases magistrales de judocas reconocidos a nivel mundial, además de brindar sesiones de entrenamiento de primera calidad.
De hablar rápido, el judoca Sergio Sánchez, cinta negra quinto DAN, resalta: “sólo habían transcurrido dos años desde que fundamos la escuela y ya nuestros alumnos comenzaron a conquistar medallas a instancia nacional, indicador de que el trabajo iba bien encaminado”.
Desde entonces a la fecha los representantes de Ryoku Judo Club han ratificado su calidad, han mostrado sus habilidades y ansias de triunfo en diferentes escenarios.
“Somos miembro de USA Judo, United States Judo Association, y Nanka Yudanshakai, nuestros instructores están certificados a nivel nacional, advierte con sano orgullo el sensei (maestro) Sánchez; además, es bueno que la gente conozca que organizamos en Las Vegas tres torneos con la participación de más de 200 competidores que defienden los colores de California, Arizona, Utah, Texas, Baja California y por supuesto Nevada”, asevera.
“Junto a las medallas ganadas, la experiencia y superación de los maestros que imparten clases en nuestra instalación, destaca Sánchez, el que figuras de renombre en el mundo del judo hayan aceptado venir a ofrecer clases magistrales, clínicas, es un lujo, un reconocimiento a lo que hemos hecho, al prestigio ganado.
“El maestro japonés Hidehiko Yoshida, junto a los cubanos Amarilis Savón e Israel Hernández han tenido a bien visitarnos, ofrecer, transmitir sus conocimientos, los tres son ganadores de medallas en Juegos Olímpicos, y ella clasifica como una de las mas laureadas del mundo”, puntualiza el experimentado maestro.
“Entre el 2006 y el 2009, continúa, se acercaban a Ryoku Judo Club muchas personas de origen hispano para inscribirse y tomar lecciones, sin embargo ya vienen de diferentes nacionalidades, desde niños pequeñitos hasta adultos de más de 50 años, a los que atiende nuestro colectivo de entrenadores con el mismo esmero y atención.
“Por tratarse de un deporte de mucho contacto personal, primero por el Covid 19 tuvimos que cerrar, luego adoptar una serie de medidas, acogernos a los protocolos de salud emitidos por las autoridades, pero paulatinamente fuimos abriendo, aceptando a pequeños grupos de practicantes, y posteriormente ampliando, ofrecimos incluso ofertas por la celebración de nuestros primeros 15 años, aquí estamos y esperamos sea por mucho tiempo”, sentencia.
