Por David Torres González. Enviado
Las Vegas, EUA. 6 May (Notimex).- Saúl “Canelo” Álvarez no tuvo rival sobre el ring, borró por completo a Julio César Chávez Jr. y lo venció para demostrar por qué es considerado uno de los mejores boxeadores de la actualidad.
Ante una abarrotada T-Mobile Arena con cerca de 21 mil espectadores, el tapatío se impuso por decisión unánime, con puntuaciones idénticas de 120-108, luego de 12 rounds en pelea que fue pactada en las 164.5 libras.
Luego de dar el peso sin mucho sacrificio, de forma aparente, todo hacía indicar que Julio llegaría bien recuperado para ofrecer una guerra, pero la pelea estuvo de un solo lado y las tarjetas y abucheos de la afición al final así lo demostraron.
Tras algunos segundos sin que se lanzaran golpes, “Canelo” fue quien mejor trabajó su jab, mientras que Julio buscó rápidas combinaciones, unas que remató con gancho y otras con upper, sin que hiciera el daño esperado.
“Canelo” era quien marcaba el ritmo de la pelea. Persiguió a Julio y lo castigó con diversas combinaciones, además de conectar sólidos golpes, como un derechazo que se estrelló en el rostro del Junior.
Fue en un par de ocasiones, en el segundo y tercer rollo, cuando Julio llevó a las cuerdas a su rival y lo castigó, pero fueron pocos los impactos ante un rival que lo superaba por completo.
El cuarto asalto fue el mejor, hasta ese momento para el tapatío, quien conectó todo lo que salió de sus puños: uppers, volados y jabs debió soportar el hijo del legendario “JC”, quien trató de responder con una derecha, antes de ser castigado nuevamente.
La pelea seguía por el mismo camino, con un “Canelo” que presionaba y que era el mejor. Lo demostró con un cruzado de derecha que hizo voltear el rostro de Julio, quien sangraba desde el tercer asalto.
En el sexto rollo Julio llevó contra las cuerdas a Saúl, pero hizo poco o nada. Pese a la invitación del tapatío tras bajar la guardia por unos instantes, Julio apenas trató de castigar, sin éxito y pese a la presión de la gente para que atacara.
Y lo pagó caro, pues recibió más castigo. Pareció reaccionar en el séptimo y se lanzó sobre su rival cuando lo tuvo en las cuerdas, pero sus impactos fueron poco para el tapatío, que se lanzó como si estuviera herido en busca de acabar al Junior, y lo conectó con fuerza para hacerlo retroceder.
Los gritos de “Chávez, Chávez” cada vez eran menos, mientras que los del “Canelo” retumbaban en toda la arena cuando la gente gritaba a su ídolo, que caminaba con paso firme a la victoria.
Los episodios ocho y nueve parecieron una copia, con “Canelo” contra las cuerdas, Julio con dos o tres impactos de poder que hacían emocionar a la afición, pero luego dejaba de atacar y era castigado con las combinaciones de Saúl.
La afición comenzó a desesperarse, quería más acción y lanzó abucheos, particularmente al hijo de la leyenda, pues “Canelo” hacía su trabajo y estaba encaminado a la victoria.
En los últimos episodios parecía que el Junior no quería nada y caminaba para atrás, Saúl lo persiguió pero con poco éxito y al final, con el brazo en alto, el “Canelo” celebró una categórica victoria, pero ya con el próximo compromiso en puerta: el kazajo Gennady Golovkin.