Por Roberto PELÁEZ
Ni personas tan optimistas como José Luis y Oscar Mendoza pensaron que aquella organización beisbolera que formaban iba a mostrar más de 10 años después la principal características de una liga: ¡se iba a extender por todo el valle!
Aquellos dos hombres -padre e hijo-, inician lo que llamaron Las Vegas Baseball League, con unos 20 equipos en diferentes divisiones; debemos remontarnos al 2007, pero hoy pasan de 50 planteles y cerca de 800 jugadores que juegan los domingos... lo mejor, dice Oscarito, es que muchos ponen a un lado el estrés, y practican de manera sana lo que es la pasión de muchos: el béisbol, agrega.
Al referirse al éxito de LVBL, a su bien ganado prestigio por más de una década, José Luis, no lo duda un instante y responde: contamos con beisbolistas de calidad, selecciones muy equilibradas, jugadores que se entregan en cada partido, buen arbitraje, y por si fuera poco también tenemos a muchos aficionados fieles, toda esta gente vive enamorada del deporte que practica, dice mientras asiente y con la vista trata de recorrer todo el terreno.
Sin embargo, y es bueno reconocerlo, todo ello se fuera al piso si junto a cada uno de esos importante renglones la liga no se distinguiera también en su reconocida organización. Nosotros no pretendemos tapar el sol con un dedo, sostiene Oscar, como todos, nos hemos equivocado, pero en cuanto nos percatamos tratamos de corregirlos errores; preferimos hacer las cosas de conjunto, tenemos juntas y tratamos de hacer las cosas de la mejor manera, y pese a los obstáculos seguimos adelante, vaya, acota, somos optimistas, no nos damos por vencidos, resalta.
Los entrevistados hablan con orgullo de beisbolistas de renombre que mostraron -y muestran- su nivel dentro de LVBL, salen a relucir los nombres de Gil Velázquez (se desempeñó con los Red Sox), Eric Ludwig (jugó en las Grandes Ligas con Cardenales y Atléticos), Greg Martínez, afirman.
Y para ser justos, coinciden, para nosotros con venir al terreno, dar lo mejor, ser disciplinados, defender los colores de su equipo, mire, por ejemplo, tenemos el caso de Willy Tavera, un jugador que todos los manejadores quieren tener en su equipo, él es de esos beisbolistas que se sobrepone a las lesiones, anima, aconseja, sobresale... podemos decir que su deseo de jugar está por encima de sus dolencias.
Señalan a Víctor Peinado, Ariel Ramos, José Armenta, Gerardo Macías, Humberto Talamantes, Brandon Edwards, Giovanni Lazarotto, Adán Gallegos, Raúl Torres, Tommy Crone, entre otros, que han demostrado su amor por el béisbol.
Contamos con manejadores experimentados como Lázaro Almuiña, Rigo Pérez, Amador Anaya, Abel Palomares, junto a otros que harían la lista larga. Se suman equipos y jugadores muy jóvenes, con muchos deseos, Ducks es un ejemplo, Marmoleros, Camaroneros, Guasave, Tampa, Boston, Yaquis, Cora... hay equipos que no se dan por vencidos, discuten siempre los primeros lugares.