Las Vegas y Nueva York marcan el ritmo y el negocio de la WNBA

Más partidos que nunca. Una audiencia televisiva al alza. Estrellas formando “superequipos”. Inversores como Tom Brady y nuevas infraestructuras. Así es la WNBA de 2023, donde Las Vegas Aces y las New York Liberty están abriendo camino para el negocio del baloncesto femenino en EE.UU.

Con Brittney Griner de regreso en EE.UU. y de vuelta en las Phoenix Mercury, la WNBA arranca este viernes su temporada 27 después de que Las Vegas Aces se proclamaran campeonas en 2022.

El nuevo curso llega con interesantes novedades partiendo desde el calendario, ya que cada equipo jugará 40 encuentros (récord en una temporada).

La ambición de crecimiento de la WNBA no parte de la nada puesto que, como muestra, la audiencia televisiva en 2022 creció un 16 % respecto a la de 2021 y esa temporada fue la más vista en 14 años.

Los partidos emitidos a escala nacional tuvieron 379.000 espectadores de media.

Sin contar las televisiones locales, la WNBA tiene acuerdos de retransmisión con cadenas como ABC, ESPN o CBS; acaba de firmar un pacto con Ion Television para reforzar su presencia nacional; y también emite partidos en “streaming” con Prime Video, Meta y Twitter.

En total, en 2023 se verán, más allá de los mercados locales, un récord de 205 partidos.

La liga también llega a su estreno con algunos hitos previos como su primer amistoso en Canadá, que se disputó la semana pasada en Toronto entre las Chicago Sky y las Minnesota Lynx ante casi 20.000 espectadores.

Pero aunque una expansión a tierras canadienses suene como una opción atractiva, ahora mismo el negocio de la WNBA tiene a Las Vegas y Nueva York como focos clave.

LAS VEGAS EN EL TRONO...

Vigentes campeonas, con Becky Hammon al timón desde el banquillo y con una plantilla estelar, las Aces son un puntal de la WNBA y uno de los baluartes de un mercado deportivo en Las Vegas en plena ebullición Ahí figuran los recientes aterrizajes de Las Vegas Raiders de la NFL y los Vegas Golden Knights de la NHL, la inminente mudanza de los Oakland Athletics de la MLB o los planes -todavía sin concretar- de nuevos equipos de la MLS y la NBA (este último con LeBron James como impulsor).

En el caso del baloncesto femenino, las Aces están intentando llevar esta liga al siguiente nivel y para eso inauguraron en abril la primera instalación de entrenamiento exclusiva de un equipo de la WNBA en toda su historia.

Con casi 6 mil metros cuadrados, este lujoso y pionero campus de las Aces cuenta con dos pistas de baloncesto, varias salas de gimnasio y otros espacios para hacer la vida mucho más cómoda a sus jugadoras.

Mark Davis, dueño de los Raiders, es también el propietario de las Aces, que desde marzo cuentan con un famosísimo nombre entre sus accionistas minoritarios: la leyenda de la NFL Tom Brady.

“Siempre he sido un fan enorme de los deportes femeninos y admiro el trabajo que la WNBA y las jugadoras y el personal de las Aces continúan haciendo para que crezca este deporte y para empoderar a las futuras generaciones”, dijo el exquarterback.

Otro ejemplo de la importancia de Las Vegas en la WNBA es que el All-Star de 2023 se celebrará en el Michelob Ultra Arena de la ciudad del juego.

Pero ante todo, las Aces se han ganado el respeto con su primer título el año pasado, con Hammon como estrella en el banquillo y con una plantilla espléndida (A’ja Wilson, Kelsey Plum, Chelsea Gray...) a la que se acaba de unir otra figura en mayúsculas como Candace Parker.

En cualquier caso, no todo es de color rosa en Las Vegas y esta semana la WNBA suspendió dos partidos a Hammon por comentarios vejatorios a su exjugadora Dearica Hamby por su embarazo (el equipo perdió también una elección de draft de 2025 por esta investigación).

... NUEVA YORK COMO ASPIRANTE 

En la costa este se alza el gran rival de las Aces, las New York Liberty de Joe Tsai, vicepresidente ejecutivo del gigante chino de comercio Alibaba y que -junto a su esposa Clara Wu Tsai- es también dueño de los Brooklyn Nets de la NBA.

Los Tsai han intentado que la WNBA siga creciendo por ejemplo a través del polémico asunto de los vuelos privados (chárter).

A diferencia de la NBA, donde los chárter son un mandamiento, la WNBA sigue empleando vuelos comerciales, un aspecto muy criticado por las jugadoras y que los Tsai trataron de corregir en su franquicia.

“Llevar a tu equipo a un partido fuera de casa y traerlo de vuelta de forma cómoda, segura y a tiempo es una necesidad básica de negocio. Es lo correcto y lo que cada propietario debería hacer”, aseguró Joe Tsai en 2021.

El resultado fue una multa de medio millón de dólares en 2022 para las Liberty por entender que eso les daba una ventaja competitiva, aunque la WNBA ha empezado a ceder y este año permitirá vuelos chárter en los playoff y algunos partidos de la temporada regular.

Los vuelos no son la única comparación dolorosa entre la WNBA y la NBA.

En cuanto a salarios, el máximo según el convenio para 2022 de la WNBA era de 228.094 dólares mientras que Stephen Curry, el mejor pagado en la NBA, cobró este curso 48 millones.

Volviendo a las Liberty, los Tsai están construyendo un titán de la WNBA y han ideado un “superequipo” para retar a las Aces que incluye a Breanna Stewart, Jonquel Jones, Sabrina Ionescu y Courtney Vandersloot.

Pese a todo, ni Las Vegas ni Nueva York pueden dormirse en los laureles: las Seattle Storm, tras la entrada de nuevos inversores en febrero, alcanzó una valoración de 151 millones de dólares, lo que, según The Wall Street Journal, es la mayor cantidad para un equipo de la WNBA en toda su historia. Los Ángeles (EFE)

 

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