Por Roberto PELÁEZ
Llegó el momento de la verdad. De los 32 seleccionados que iniciaron su andar el 14 de este mes en la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018, “quedan con vida” 16, cinco de ellos de Latinoamérica, que este sábado 30 inician una fase en que no podrán ni pestañear para no correr el riesgo de hacer las maletas y volver a casa.
En la fase de grupos las sorpresas estuvieron casi a la orden del día. Los cuadros de México y Corea del Sur vivieron el sueño de vencer a Alemania, un plantel con etiqueta de monarca mundial que sólo pudo marcar dos goles en tres partidos, uno de ellos gracias a la genialidad de Toni Kroos. Para no ir lejos, Francia y Argentina, dos de los clasificados, anotaron tres veces. El afamado Brasil sumó cinco. Rusia, Bélgica e Inglaterra desbordados al ataque.
Por Latinoamérica conquistaron el boleto Brasil, Uruguay y Colombia (líderes de sus respectivas llaves), además de la agonizante Argentina, y México -no olvidar eso de coreano hermano, ya eres mexicano-, aunque es justo decir que el cuadro de Juan Carlos Osorio estuvo convincente en sus dos primeros compromisos, y desaparecido en el tercero. África se quedó sin exponentes en octavos de finales, pues el gol de Colombia fue un cubo de agua fría para Senegal.
El 2 de julio se verán las caras Brasil y México, puede ser que hasta ahí llegue la aventura mexicana, pero algo está claro, si los mexicanos hacen una correcta lectura de Neymar, Marcelo y compañía no van a ser un manjar, ya no son el equipo fácil de antes, aunque los pronósticos favorecen a la verdeamarela, que dicho sea de paso tampoco es el impresionante plantel de antes.
El Uruguay-Portugal debe ser un partido de altos kilates, con Cristiano Ronaldo por un lado y Luis Suárez y Cavani por otro. Mientras Argentina tendrá que echar mano a su casta -rogar porque Lionel Messi frote la lámpara- para superar al invicto Francia. Hay que seguir a Croacia y Suecia, el primero ganó sus tres partidos, y el segundo fue el victimario de México, apoyado en su físico.
Aun queda mucho por ver, la Copa se pone aun mejor, además de la tensión que suponen las decisiones por penales. La cita ha dejado hasta el momento varias lecturas, Alemania necesita renovación, análisis, pide cambios a gritos; Argentina la mayoría de las veces no se sabe a qué juega y muestra en cada salida los problemas que arrastra desde hace mucho tiempo, la improvisación en el puente de mando, no faltan quienes exigen: que vengan el “Cholo” Simeoni y Oscar Ruggeri. Por otro lado disfrutamos de goles de excelente factura, buenas jugadas, y se ratifica que el futbol no se juega solo con los pies.
Bendito el futbol que nos regala tantas horas de emociones.