La serpentina que mandaron los zurdos mexicanos Víctor González y Julio Urías, por los Dodgers de Los Ángeles, y el bate del cubano Randy Arozarena, por los Rays de Tampa Bay, pusieron sabor latinoamericano al último partido de la Serie Mundial.
En la “burbuja” de Arlington (Texas), los Dodgers derrotaron por 3-1 a los Rays en el sexto partido del Clásico de Otoño y con la victoria, dejaron 4-2 la serie que se jugó al mejor de siete. Para Dodgers el título de Serie Mundial desde 1988, luego de tres intentos en los últimos cuatro años, el séptimo de su historia.
Clave en la victoria de los Dodgers fue labor de su bullpen, encabezado por González y Urías, que silenciaron la ofensiva de los Rays. González (1-0), trabajó una entrada y un tercio, ponchó a tres bateadores. Zurdo, nativo de Veracruz, con 24 años, hizo 18 lanzamientos, 12 de ellos strikes; Urías, de Culiacán, también con 24 años, trabajó dos episodios y dos tercios, sacó siete outs, retiró a cuatro bateadores por ponche, efectuó 27 envíos, 19 strike, frente a siete bateadores. El dominicano Pedro Báez y el venezolano Brusdar Graterol, de 22 años, lanzaron dos tercios de entradas, cada uno, sin permitir anotación.
Por los Rays, el cubano Arozarena consiguió su tercer jonrón en la Serie Mundial, terminó con promedio de 364 (sobresaliente para un novato), y estableció varias marcas históricas. Sumó 10 jonrones en post temporada, con 29 imparables. Se unió a Yasiel Puig, Yulieski Gurriel, José Canseco y Tany Pérez en cuadrangulares en Series Mundiales por los cubanos (3), además es el líder de la franquicia en indetenibles en play off, rompiendo la marca de B.J. Upton, de 27. Los Ángeles (EFE)