Por Tim DAHLBERG
Timothy Bradley ganó una disputada decisión sobre Manny Pacquiao, poniendo fin a la impresionante racha del púgil filipino y propinándole el sábado 9 de junio su primera derrota en siete años.
El triunfo no llegó sin controversias, con la muchedumbre pro-Pacquiao abucheando estruendosamente al conocerse el fallo.
Pacquiao acertó más golpes y pareció conseguir además los más contundentes. Pero cuando se sumaron las tarjetas, Badley estaba arriba 115-113 en dos de ellas y debajo por el mismo margen en la tercera. La Associated Press tenía a Pacquiao ganando 117-111.
Pacquiao trató de convertir el combate en una reyerta, usando su poder para vapulear a Bradley en los primeros asaltos. Pero Bradley cambió de táctica a mediados del combate y empleó sus habilidades pugilísticas para ganar suficientes asaltos y llevarse el cetro welter.
“Yo pensé que gané la pelea”, dijo Bradley. “No pienso que él fue tan bueno como todo el mundo dijo que era. No sentí su poder”.
Estadísticas mostraron que Pacquiao hizo diana con 253 puñetazos, comparado con 159 Bradley, quien antes del combate había jurado que le iba a arrebatar la corona al filipino.
Bradley estaba tan confiado que mandó a imprimir boletos gigantes para una pelea de revancha que ahora seguramente se celebrará.
Bradley pareció sacudido en los asaltos cuarto y quinto, pero Pacquiao tuvo problemas para conectar golpes fuertes de ahí en adelante. Aún así, pareció controlar las acciones en todo respecto, excepto en las tarjetas de dos jueces.
“¿Pueden creerlo? Increíble”, dijo el promotor Bob Arum. “Yo me acerqué a Bradley antes de la decisión y él dijo: ‘Hice lo mejor que pude, pero no puede vencerlo’’’.
Bradley dijo que se lesionó un tobillo en el segundo asalto, y que el entrenador Joel Diaz le dijo que podía abandonar o tratar de forzarle la pelea a Pacquiao.
“Yo di lo mejor de mí”, dijo Pacquiao. “Al parecer no fue suficiente”. Pacquiao dijo que había estudiado videos de Bradley antes de la pelea y que no le sorprendió nada de lo que éste hizo. Dice que pensó que estaba en control de la pelea y que no pudo creerlo cuando la decisión fue en su contra. “Jamás me dañó con sus golpes, la mayoría de ellos me alcanzaron en los brazos”, dijo Pacquiao.
Arum dijo habría una revancha, aunque criticó el arbitraje. Arum tiene contratos con ambos boxeadores.
“Yo voy a ganar un montón de dinero con la revancha, pero esto fue escandaloso”, dijo Arum. LAS VEGAS (AP)
