Por Roberto PELÁEZ
Muchos consideran que el softbol -primo hermano del beisbol-, es una modalidad deportiva más que todo para beisbolistas retirados, destinada a personas pasadas de peso, que no quieren estar inactivas... colosal error.
César Pérez, árbitro internacional de softbol, con participación en Juegos Panamericanos y Centroamericanos, precisó para los lectores de El Mundo: “por la cercanía de las almohadillas casi todas las jugadas son ‘cerradas’, es un deporte que exige muchos reflejos”.
El defensor de la tercera base (por donde sale la mayoría de las conexiones), esta a unos 18 metros del home play. El pitcher está a sólo 14 metros, por eso no es extraño que algunos usen máscaras destinadas a los catchers, para evitar ser golpeados.
Al principio muchos beisbolistas, tras el retiro, o llegar a una edad en que muchos los consideran ‘veteranos’, pues acudieron al softbol para mantenerse activos, pasarla bien y de paso ‘quemar’ un poco de grasa.
Pronto se dieron cuenta que la cercanía de la bases (18 metros de home a primera) y una distancia más o menos parecida entre almohadillas, favorecía a los más rápidos, y que para sacar out los defensores requerían excelentes reflejos y potente brazo... lo de recreativo o de diversión iba quedando a un lado.
En el beisbol la distancia del home play a la primera almohadilla es de 27 metros (nueve más que en el softbol), por lo que no tienen lugar en la inicial muchas jugadas de esas ‘llegando y llegando’ o ‘bola y corredor’, y el árbitro puede decidir con un margen más amplio, siempre en fracciones de segundos. La de ellos es una labor en extremo compleja.
Luego de una conexión sólida por tercera base, qué tiempo de reacción tiene el defensor para detener la bola, incorporarse y sacar out en primera... realmente muy poco.
Y ni hablar del pitcher, que al hacer los movimientos para lanzar al home se acerca aun más al bateador, de ahí la posibilidad real de ser golpeado por una pelota y muchas veces obligado a abandonar el partido.
A lo anterior se une el uso de bola viva, de esas que los conocedores afirman: ‘camina’ muchísimo. Entonces el softbol se convierte en una modalidad dinámica, exigente, en la que muchos de los jugadores tiene el pulso acelerado, lo contrario de lo que ocurre en el beisbol, en que a veces un defensor apenas captura un flay o dos en todo el juego.
En el valle hay buenos equipos de softbol, de probada calidad, sobre todo entre los dominicanos, con figuras de relieve, ganadoras de varios liderazgos en competencias inter estatales, pero no se confunda, son jugadores con maestría deportiva, conocen bien el abc de la modalidad, tienen buenos reflejos y saben lo que hay que hacer en el terreno. Paso al softbol.