La fractura de cráneo que sufrió el futbolista mexicano Raúl Jiménez y la imagen de David Luiz, del Arsenal, en el césped, jugando con normalidad pese a la sangre que brotaba de su cabeza, reabrió el debate en Inglaterra sobre la necesidad de anteponer el bienestar de los jugadores al negocio.
El revuelo se produjo, no tanto porque Jiménez se tuviera que retirar en camilla y con oxígeno asistido del campo, siendo trasladado inmediatamente a un hospital, sino porque a Luiz, el segundo protagonista del incidente, se le aplicó un vendaje y siguió jugando hasta el descanso, es decir, 40 minutos más.
El Arsenal lo justificó excusándose en que siguió las recomendaciones de su médico, pero la normativa de la federación inglesa (FA, por sus siglas en inglés) establece que cualquier futbolista que pueda haber sufrido una conmoción cerebral debe salir del campo.
¿Es posible detectar un problema de este tipo en el poco tiempo del que dispone un doctor sobre el terreno de juego y con la presión que tiene encima?
Michael Grey, profesor de la Universidad de East Anglia especializado en neurociencia cognitiva, dice: “No hay que saltar encima de los doctores, esos médicos están en una posición muy difícil, tienen que hacer un diagnóstico muy importante en muy corto de tiempo”.
“Tienen enfrente a un jugador que puede haber sufrido una lesión cerebral y no será sincero en lo que dice, quiere volver al campo, no sabe si está lesionado”, añadió.Lo que ocurrió no fue más que mala fortuna, Jiménez fue operado de fractura de cráneo, pero Luiz jugó 40 minutos con una posible conmoción cerebral.
Gray señala la posibilidad de introducir una nueva regla que evitaría situaciones como la de David Luiz.
“Es importante aplicar un tiempo de sustitución en el que se pueda diagnosticar correctamente”, afirmó.
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, aseguró que permitir una sustitución extra para los jugadores que tengan una conmoción cerebral “tiene sentido”. También incidió Ederson Moraes, que sufrió una herida en la cabeza en un choque con Sadio Mané en 2017.
“Cuando hay un golpe en la cabeza, tiene que haber una sustitución, pueda o no pueda seguir el jugador. A lo mejor te encuentras bien al principio, pero puedes pagar las consecuencias”, dijo el brasileño. Londres (EFE)