El base esloveno Goran Dragic (Miami Heat) afronta sus primeras finales de la NBA frente a Los Ángeles Lakers, cumpliendo las expectativas que tenía cuando firmó por la franquicia de Florida en 2015 ya que aseguró, que llegó “para ganar”.
“Estar aquí significa todo para mí. Vine a esta organización, para ganar. Sé lo que pasó en el pasado con grandes jugadores y yo no me rindo, haré lo mejor posible mi trabajo. Toda la gente de esta organización y los aficionados me han apoyado e intento dar el 100% en todos los partidos”, declaró.
“Estoy muy feliz de estar en las finales, ha sido una gran temporada para mí. Pero el trabajo no está hecho y ojalá tengamos buenos partidos por delante”, amplió Dragic.
Él jugó en la Liga Endesa en la temporada 2006-2007, en las filas del actual UCAM Murcia, pone el acento europeo a las finales y se tomó con humor el horario de las mismas al ser cuestionado sobre qué plan seguirá su familia para verle desde Eslovenia: “Mis niños estarán durmiendo (ríe), pero mi mujer, mis padres, mis amigos… ellos se irán a la cama, a las 2:45 se levantarán emocionados por el partido. Mis padres definitivamente lo verán”.
Los Heat buscan el cuarto anillo de su historia, tras los logrados en 2006, 2012 y 2013 -los tres con Dwayne Wade y los dos últimos, además con Chris Bosh y con LeBron James, ahora su rival-: “Lo que hicieron Wade y Bosh en el pasado significa mucho… cuando te pones la camiseta de Miami Heat sientes el legado”, aseguró.
En los tres títulos, y otras dos finales perdidas en 2011 y 2014, estuvo el pívot Udonis Haslem, aún en el equipo pero con un papel secundario. Cuentan con Andre Iguodala, quien jugará sus sextas finales de la NBA. “Fue simple, ellos dijeron que nos merecíamos esto y que lo disfrutemos, que viviéramos el presente”. Miami (EFE)
