Conocedores opinan... ¿Qué atributos debe reunir un buen árbitro?

Por Roberto PELÁEZ

Por mucho que se esmeren los directivos de una liga, el buen desempeño de los dos equipos sobre la cancha, la entrega de los jugadores, no hay dudas de que un mal trabajo arbitral puede echarlo todo a perder, restarle brillo al espectáculo, subrayan figuras ligadas por muchos años al futbol en el valle.

Marco Villanueva, Luis Zamudio -ambos de Las vegas Valley Soccer League (LVVSL)-; Víctor Hernández, vinculado por muchos años a los seleccionados de Real Stars; Everardo Mendoza, amante incondicional de los deportes; Víctor Peláez, seguidor de Cruz Azul en la liga mexicana, entre otros, tienen una marcada opinión del quehacer que, dicen, debe caracterizar a un árbitro.

Un buen árbitro, destacan, de seguro tiene que reunir una serie de atributos que le permitan  -cada vez que le toque impartir justicia- hacerlo de la mejor manera, significan, tiene que hacer de la ética y el sentido de la justicia dos herramientas indispensables.

No se concibe un buen árbitro de futbol, externan, si éste no tiene criterio y es capaz de defenderlo... necesita también conocer, o sea, estar actualizado en lo que respecta a la técnica, saberse las reglas de principio a fin, no decepcionar en el aspecto físico porque corre de un lado a otro 90 minutos o más y estar siempre cerca de la jugada.

Considero que por ningún concepto, enfatiza Villanueva, un árbitro -por tenso que sea el partido- puede dejar que se le vaya de las manos y que futbolistas y técnicos actúen por su cuenta, quieran imponer su ley dentro de la cancha... no puede admitirlo, advierte.

Más reflexivos, Mendoza y Peláez precisan: todos nos equivocamos, sobre todo en jugadas de apreciación, pero si el árbitro tiene dudas debe acudir a sus asistentes, además, agrega, un aspecto importante, debe interiorizar que es la autoridad y que al dirigirse a un DT o un jugador TIENE que hacerlo de manera correcta.

Puede o no estar equivocado en su decisión, coinciden los entrevistados, sin embargo si no es convincente, guarda la distancia y el debido respeto, lo más probable es que pierda la razón, precisan; volviendo a lo que dijimos antes, de ser valiente, pues a un árbitro no le puede temblar la mano a la hora de adoptar una decisión, sacar una tarjeta, no importa si es a una figura prominente o a un técnico, lo importante es que haga valer su autoridad y control sobre el partido, afirman.

 

Por otro lado, indica Mendoza, un buen árbitro debe amar su profesión, tener siempre ansias de superarse... si se equivoca, añade, no es correcto que después quiera ‘emparejar’, porque entonces se equivoca dos veces, no es ético, su trabajo pierde credibilidad y él mismo ve deteriorado su prestigio, se va a percatar de que apenas lo llaman para pitar en partidos decisivos, entonces mejor se dedica a otra cosa, remarca.

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