El Estadio Azul, construido en 1946 y anteriormente llamado Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, vio pasar a grandes equipos y jugadores de alto nivel; sin embargo, nunca celebró un título ni con Atlante ni con Cruz Azul. Ahora será demolido para dar paso a una plaza comercial.
El inmueble, junto con la Plaza de Toros, fue un proyecto de la década de los cuarenta construido para que la capital contara con un área para la práctica deportiva, denominada “Ciudad de los Deportes”, pero que no se pudo llevar a cabo.
Sobre la grama de dicho escenario pasaron equipos como América, Necaxa, Atlante, Cruz Azul, y los argentinos Boca Juniors y River Plate, que enfrentaron a “La Máquina Celeste” en duelos de la Copa Libertadores a principios de los años dos mil.
De la misma forma, jugadores como el exastro argentino Diego Armando Maradona, el alemán Jürgen Klinsmann y el portero guaraní José Luis Chilavert, quienes asistieron al partido de despedida del exdelantero celeste Carlos Hermosillo el 19 de marzo de 2002.
Los argentinos Lionel Messi, Martín Palermo y el exarquero Roberto Abbondanzieri; el brasileño Romario, así como el defensa uruguayo Diego Lugano también jugaron en el Azul con los “Amigos de Messi” ante las “Estrellas del Mundo” en 2011.
Todos esos equipos y jugadores dieron, en su momento y de alguna u otra forma, alegrías a los aficionados que acudieron al escenario de la colonia Noche Buena a ver los partidos, a presenciar las grandes hazañas de futbolistas de gran nivel.
Pero los aficionados que habitaron por 22 años no pudieron disfrutar de las mieles de ver levantar un título de su equipo en este escenario, el cual no fue sede mundialista en las copas de futbol México 70 y México 86.
De esta situación da cuenta Manuel Rosario García Jiménez, de 55 años de edad y aficionado a “La Máquina Celeste” desde los ocho años, y quien presume haber visto la consecución de los ocho títulos con que cuenta el club.
“Siento mucha tristeza (que Cruz Azul se vaya y que tiren el estadio), porque ha sido el lugar donde se junta la familia, gente que apoya, que lucha, que se enoja y se desespera, pero se unen para apoyar al equipo”, dijo al borde del llanto.
“Estamos con ellos en los triunfos y las derrotas, siempre unidos con todas las familias que vienen, se da esa unión, no nos desconocemos, nos sentimos como en casa; es un sentimiento muy triste que se vaya el equipo y que tiren el estadio”, añadió con los ojos húmedos.
Entonces le brota el sentimiento celeste que lleva dentro desde los ocho años y agrega, “ya no estarás aquí, pero seguirás en mi corazón y en mi recuerdo, todo lo que nos diste en este estadio: triunfos y derrotas, pero no el éxito total de levantar el título”.
También le invade la melancolía de no haber visto que el equipo de sus amores haya levantado un título en la grama del estadio que está por desaparecer, y desearía cambiar algunos de los buenos momentos que vivió aquí por verlo sostener un cetro.
“Melancolía por no haber celebrado un título con el equipo en el estadio. No levantar un título en el Azul significa muchos pesares, muchos sentimientos. Hubiéramos querido ver que lo levantara en otra parte, como lo hizo en León. Tengo fe de que así será”.
“No queremos golizas sino triunfos, yo cambiaría el gol de Enzo Roco que le dio el empate ante Pumas, y el quinto tanto contra Pachuca, de Ángel Mena, que me dieron una alegría inmensa, por verlos levantar el título, lo haría con todo gusto”, afirmó.
Ahora que se ve en el horizonte el estadio Azteca como su futura casa mientras la directiva celeste encuentra un lugar dónde construir la propia, el fiel aficionado confía en que ahí Cruz Azul vuelva a reverdecer laureles, como lo hizo en su época gloriosa. México (NOTIMEX)