Por Rafael ROMERO
El peleador local Jessie Vargas no es de los tantos que escoge rivales, no repara si éste le viene bien a su estilo, con aquel le puede ir más difícil, o el de más allá puede poner fin a mi carrera como boxeador profesional. No, Jessie gusta de enfrentar a los mejores, como botón de muestra sus enfrentamientos con figuras tan conocidas como Manny Pacquiao y Timothy Bradley.
Para el venidero sábado 21 el púgil de casa tiene previsto medirse a otro archi conocido: Adrien ‘El Problema’ Broner, quien viene de caer, de manera convincente, ante Mickey García. Tras perder con Pacquiao, Jessie dispuso de Aaron Herrera.
Broner y Vargas tienen algunas similitudes, ambos incursionaron en el boxeo amateur, donde el primero exhibe un record de 330 victorias y sólo 19 derrotas, mientras el de Las Vegas muestra 120 y 20; la edad (28 y 29) es muy pareja.
Aparte del fracaso ante García, Broner (36 peleas profesionales) cayó frente a Shawn Porter y Marcos ‘Chino’ Maidana. Vargas, por su parte, ha efectuado 29 combates, con solo dos fracasos (Pacquiao y Bradley). Pese a su extensa hoja de servicios, Broner es un peleador impredecible al que García dominó de principio a fin.
La pelea está pactada para el Barclays Center, en Brooklyn, Nueva York, un lugar que no le trae buenos recuerdos a Broner, allí perdió ante García. Respecto a la estatura, Vargas mide un metro y 78 centímetros (5,10) por un metro 71 su rival (5,7), un aspecto que debe hacer valer el de Las Vegas sobre el ring y sacar ventaja en la larga distancia.
Es un pleito de difícil pronóstico, se trata de dos púgiles experimentados, con excelente palmarés, que saben lo que deben hacer entre las cuerdas, si no quieren que el resultado dependa de la decisión arbitral, entonces la entrega sobre el encerado, la voluntad, y el coraje pueden inclinar la balanza a uno u otro lado. Con toda seguridad el aliento y apoyo de la comunidad hispana de la ciudad que no duerme estará con Jessie.
