Por Roberto PELÁEZ
En menos de una semana -tras ir a San Francisco y Arizona, los alumnos de Luis Torregrosa y Leo Liuzza- regresaron a LV con unos 50 trofeos, el resultado denota horas intensas de entrenamiento además de impresionantes desempeños, ante rivales de más experiencia.
El hombre que tengo delante es el ‘sensei’ (maestro) Torregrosa, de origen puertorriqueño, quien desde los 4 años practica la modalidad del kárate denominada “shinkyokushin”, es el responsable de esta rama a instancia nacional en los EU, avalado por sus más de 40 años de práctica, junto a su cinturón negro y tercer dan de la exigente disciplina, que en español quiere decir: la verdad al final del camino.
El entrevistado y Liuzza atienden a unos 95 alumnos, desde los 3 hasta los 54 años de edad, de ambos sexos, en la escuela ubicada en (el 7045 al oeste de la Ann Road), y sobre los más destacados en las competencias, Torregrosa afirma: el cinta amarilla Damon Marshall propinó nocao a un contrario cinta negra, mientras Adriel Santiago, de 12 años, ganó dos trofeos en Arizona, en las modalidades de combate y katá (pelea imaginaria).
Hay muchos practicantes talentosos, sostiene el experimentado maestro, a San Francisco fuimos con 37 competidores y ganamos 35 trofeos, de ellos 12 de primer lugar, el trabajo va bien, sin obviar la entrega de los peleadores; solo los infantiles usan protectores, los adultos es al ‘dame que te doy’, sin protección. Más que todo, asegura Torregrosa, trabajamos el físico, que los alumnos asimilen castigo, peguen fuerte, esta modalidad es de la más exigente de todas entre las artes marciales, se basa en la efectividad del combate real.
Tengo escuelas en Atlanta, dice, en Sacramento, México y claro, la de LV, esta tiene el reconocimiento de especialistas, han entrenado peleadores incluso de Japón. Sobre las naciones más fuertes del mundo, subraya que son Japón,Bulgaria, Lituania y Kazajastán, es una modalidad que ya se practica en casi 100 países, con campeonatos mundiales cada cuatro años.
Torregrosa fue el peleador más joven de Latinoamérica en conseguir la cinta negra, mi examen, acota, tuvo lugar en Japón, y eso dice mucho de lo exigente del examen.
